TEMOR AL MIEDO
Aunque venía bien dispuesta
para escribir como debo
leyendo las fuertes líneas
quedo prendida en el miedo.
Quedas prendida en el ,miedo
pero a ti nada te resta
tienes la plum a bien puesta
porque lo haces con denuedo.
Sublime cómo desgajas
cada fibra, sentimiento.
Cómo -al final- la ignorancia
se hace dueña de lo eterno.
Se hace dueña de lo eterno
tu ágil sabiduría
y elevas tu poesía
con espíritu fraterno.
Por mucho que nos enseñen
-o sepamos con desvelos
en experiencias de vida-
somos como golondrinas
que huyen de los inviernos
y éste temor nos ahoga
-inconsciente- sin lamentos.
Inconsciente, sin lamentos
.tu voz se eleva hacia el cielo
y son nubes o pañuelos
desplegando sentimientos.
Alas son tus pensamientos
navegando con la aurora.
Quizá nadie nos escuche
y el grito quede en silencio
atragantado, clavado
en la médula del hueso
amenazando un suspiro.
Amenazando un suspiro
para que lo escuche el mundo
y se quede en lo profundo
de tu poesía que admiro
primaveral, bendecida.
Y espiramos con el MIEDO.
y en tu VALENTÍA me quedo.
Sois geniales poetazos
-amigos que no merezco-
Disculpen a ésta mujer
que hace equilibrios de nuevo
para siquiera leer...
Robándome tiempo al miedo
Robándome tiempo al miedo
dices. Contigo florezco
y contigo mujer, crezco
y en tu poesía me elevo.
Contigo puedo aprender
a seguir siempre en el ruedo.
Nieves María Merino/Antonio EScobar
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