
Y dos lunas Dos seres en un fuego ilusionados.
huyendo a los olvidos Dos almas se reencuentran, se fusionan
dos manzanas Dos soles con su luz -apasionados-
de jugos degustados rotando en el vértice que forman.
dos caminos, Dos jugos que se embriagan mutuamente
luceros engarzados aromas que mixturan dos sabores
y un cielo para Se pierden en olvidos los temores
hacerlo nuestro nido. besando a la dulzura quedamente.
Un arroyuelo de rocío brUñido Dos latidos con ritmo acompasado
que espera de tus labios deslizan sus suspiros en la noche.
dulces huellas Un solo grito plácido y ahogado
un estremecimiento, enreda esos dos cuerpos con derroche.
luces bellas en un tierno paisaje Dos sombras en la noche apetecible
de gemidos. ¡UN solo corazón! bañando a las estrellas con sus besos.
Ilusionados buscamos Y un sólo despertar con embeleso
un camino apetecido, a un nuevo amanecer indestructible.
un sendero de amor. Dos luces. Dos manzanas. Dos caminos.
Por siempre atados Un cielo. Un nido. Un paisaje. Un arroyo.
¡ven hacia este paraje iluminado! Un solo corazón en un sendero –ungidos-
Sin un tal vez, amor, solos, ungidos Ternura.Gemidos.Abrazos.Dulces huellas
de la ternura, en un abrazo amado. contrayentes en un solo mar apetecido.
Antonio EScobar Mendívez Nieves María Merino Guerra

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