
Ciertamente se transforma en nuevas vidas
todo lo sembrado en nuestro presente.
Pues en el pasado hay otras semillas
que ahora dan frutos y siembran simientes.
todo lo sembrado en nuestro presente.
Pues en el pasado hay otras semillas
que ahora dan frutos y siembran simientes.
Ahora dan frutos y siembran simientes
en surcos serenos y tierras sencillas
y brilla el presente de excelsas semillas
con sus nuevos brotes y otros relentes.
El Tiempo evapora cualquier día vivido.
Es Tiempo perdido el que mata las horas
sin nuevas vivencias de amor renacido
como otro regalo que en la vida aflora.
Es Tiempo perdido el que mata las horas
sin nuevas vivencias de amor renacido
como otro regalo que en la vida aflora.
Como otro regalo en la vida aflora
el tiempo infinito como claro nido
de aromas azules y amor consentido
para la esperanza nacida en auroras
Es prosa y poesía aceptar los cambios
que nutren al ser algo adormecido
regando esperanza siendo renacido.
que nutren al ser algo adormecido
regando esperanza siendo renacido.
Regando esperanzas siendo renacido,
se sacude en versos, ya no está dormido
tiene la mirada llena de esperanzas.
Cerrando baúles de viejas andanzas
tirando las llaves donde está el olvido
siguiendo el camino de nuevas mudanzas.
Siguiendo el camino de nuevas mudanzas
el olvido llora triste su abandono,
el amor le ha dado de su nuevo abono.
Abriendo los cofres que quedan vacíos,
llenarlos de vida presente y futura.
Desechar del alma cualquier amargura
aunque a pleno sol nos congelemos fríos.
¿Los cofres vacío? El alma despierta
ahíta de lumbres en vía segura,
tiene el corazón lleno de dulzura
y está tu paisaje con la puerta abierta.
Y así -lentamente- vuelve la esperanza
a tomar aliento con un nuevo brío.
Puede que despierte en nueva noche insomne
y que otro "tal vez" nunca desee posible.
Las almas sublimes forman una alianza
y del cielo beben mares de rocío,
embarcan alegres un nuevo navío
y allende los mares besan la esperanza.
Quizá nada es justo, quizá nada es cierto
y sea un concierto muy desafinado.
Mas ésa incertidumbre es un buen comienzo.
No dudes Gaviota que en este concierto
el cielo a tus ojos ya le ha destinado
el óleo del tiempo en hermoso lienzo.
Un "Quizá", un "Tal vez", un "Puede" desconfiado...
Suelto mi ancla sin buscar en otro puerto
y afianzo raíces conmigo a mi lado.
El mar con sus olas bravías confía
en guardar tu ancla porque está despierto
y tiene en sus algas al amor guardado.
Nieves María Merino Guerra Antonio EScobar Mendívez

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